MEDITACIÓN GUIADA







Fotos de mi hija Etna, cuando tenia 4 añitos.
5 PRINCIPIOS SOBRE EL NIÑO INTERIOR
PRINCIPIO # 1:
El niño interior es la identidad (arquetipo) que nos conecta con las necesidades, sentimientos y deseos primarios. Con nuestra alma. Con el disfrute, la alegría de vivir. La capacidad de placer que tenemos (como un perrito de panza al sol o un bebé disfrutando sin límite de tus caricias) está intimamente vinculada a nuestra capacidad de entregarnos, sin resistencia, al niño que hay en nosotros.
Muchas veces estas necesidades no están cubiertas y queremos algo que no podemos lograr porque nuestros deseos primarios no están atendidos o tenemos otros deseos.
El niño interior nos muestra cómo satisfacer sus necesidades físicas, emocionales y espirituales.
Las emociones que no se podían expresar cuando era niño se quedan atrapadas dentro de usted. Esta herida se lleva a tu subconsciente y terminas viviendo de esa programación. Cuando vemos y entendemos a nuestro niño interior, entonces podemos encontrar el camino de regreso a nuestro Ser Auténtico.
Los niños no viven con objetivos ni planes, estan presentes y disponibles para el gozo y también el dolor.
La sensación de que la vida es un Juego para disfrutar y aprender, implica que podemos permitirle abrirle un espacio de libertad y amor por la vida, tal como es.
En la India a esta percepción la llaman Lilah. Es el conocimiento sagrado (Gnana) de que la evolución es una gran Juego Vital de autonocimiento
PRINCIPIO # 2:
Como bebés, estamos en un estado de dependencia y el cerebro está en un estado egocéntrico: solo ves el mundo solo a través de nuestras necesidades y sentimientos, y según nuestras experiencias pasadas. Es por eso que hay personas que les es muy dificil o imposible cambiar su percepción, porque el niño que habita en nosotros, se opone porque se siente no atendido o en peligro.
Los niños pequeños no tienen las habilidades para desarrollar la empatía: comprender las experiencias de otras personas a medida que se han sentido cuidados, satisfechos en sus necesidades y respetados y atendidos en sus sentimientos.
A medida que crecemos, podemos comenzar a crear creencias problemáticas sobre nosotros mismos debido a las historias creadas y al condicionamiento dentro de nuestras experiencias personales.
¿Cómo nos afecta esto a los adultos? Comenzamos a llevar estas creencias a nuestras relaciones y nos formamos creencias sobre todo con base en las experiencias tempranas, asumiendo que son nuestras verdades.
Cuando reaccionamos, podemos volver a caer en un estado egocéntrico o puedes quedarte atrapado allí.
- Aparece un sentimiento —–> El niñ@ interior reacciona —–> (tu parte adulta) no lo sostiene o rechaza lo que siente (igual que hacían tus padres)—–> estado egocéntrico —–> Tus sentimientos se intensifican para que los atiendas y satisfagas las necesidades que hay siempre detrás.
PRINCIPIO # 3:
Crear seguridad + confianza en la relación con nuestro estado niño para poder expresarnos es el trabajo fundamental del niño interior.
Cuando creamos un espacio para esto, podemos evolucionar hacia la conexión, la alegría y el juego. Dejamos se sentir tanta importancia personal.
Es importante hacer espacio para experiencias de alegría, el juego (la sensación de que hay actividades que no tienen un objetivo que son por el mero hecho de disfrutar!), la espontaneidad, la conexión, mientras se trabaja en la sanación de las heridas para despertar al niño dentro de nosotros.
PRINCIPIO # 4:
Está bien si no puedes acceder a los recuerdos de tu infancia o no reconocer y ni ver al niño dentro de ti. No necesitas tener recuerdos de las experiencias de su niñez para hacer un proceso de sanación, porque ya estás viviendo los recuerdos en muchas de reacciones cotidianas.
Hacer el un proceso diario de reparentalización (ser el propio padre y madre de tu niño) te ayudará a comprender cómo los aspectos del niño interior se expresan en tu vida de un modo inconsciente, a través de tus sentimientos más reactivos, pero también como el gozo más profundod de estar conectado con la vida.
Muchas perosnas creen que hay que deshacerse de los sentimientos desagradables pero sin sentir lo que nos hace sentir mal, no es posible la plenitud de nuestro ser.
PRINCIPIO # 5:
Los niños SON nuestro yo auténtico. Venimos a este mundo como seres COMPLETOS.
El factor fundamental a considerar es cuál fue la respuesta a la forma en que se expresaba cuando era niño. ¿Fuiste aceptado, rechazado, abandonado, manipulado?
Es posible que no confiemos en nosotros mismos debido a la invalidación de otros y debido a que no tenemos el espacio para expresarnos auténticamente como niños. La realidad negada o los sentimientos no expresados conducen a la supresión de la expresión auténtica del niño. Conectado con el niño, estamos conectado scon la identidas esencial del alma.
Nuestra madre, cuando nacemos mantiene nuestra comunicación espritual con nuestra alma si ella se mantiene en sintonía con nosotros. A medida que crecemos, comenzamos a involucrarnos en comportamientos que pueden separarnos de la inocencia de ser, porque nos relacionamos espritualnmene con nuestra parte niño desde el miedo, el rechazo o la culpa.
Observa cómo actúas cuando experimentas todo tipo de emociones: incluida la felicidad, la tristeza, la ira, el miedo. Nuestros sentimientos son mensajes indispensables que el hecho sólo de estar presentes para ellos sin juzgarlos, activan el proceso de autosanación.
Debido a nuestro condicionamiento en la infancia, usamos las mismas habilidades de afrontamiento modeladas por nuestros padres (y otros cuidadores) y podemos reaccionar, sin integrar la parte luminosa, inocente y alegre de nuestro niño, al estar evitand (apego evitativo) o sobreidentificandonos con nuestros sentimientos (apego ansiosos), al no ver al niño en su totalidad y no acogerlo con amor incondicional.
El que no recibimos de nuestros padres.